viernes, 31 de diciembre de 2010

Decálogo de fin de año

BUENO GENTE AQUI LES COMPARTO EL DECALOGO 2010, QUE SE FUE ARMANDO CON EL CORRER DE LOS FINES DE SEMANA Y SOBRE TODO EN LAS ENTRAÑABLES CARRAL FEST DE LOS VIERNES... AQUI LOS 10 PUNTOS:
1- Si es británico, es bueno.
2- Tom Petty nunca sacó un disco malo.
3- Los goles de los número 3 siempre se festejan.
4-Nunca se sale con alergias.
5- A Vivi Canosa no se le niega un polvo (Menos aún en día viernes)
6- Morrissey es un genio incomprendido.
7- Nunca tomar porrón toda la noche (Sugerencia De Ivo Cordoba: menos si es Quilmes)
8- No se garcha con películas nacionales. Inciso: Queda exceptuada toda película que sea protagonizada por Isabel "La Coca" Sarli.
9- Los bateristas se cagan horrible.
10- El reggae es la cumbia de los caretas/chetos (a elección)

jueves, 23 de diciembre de 2010

Aquella Mesa


Esa mañana me levanté peor que nunca. La boca totalmente reseca me recordaba la eterna noche anterior, y el dolor de cabeza q me taladraba las sienes, me obligaba a andar a ciegas por mi habitación. Como pude me levanté y el día me recibió de la peor manera posible: un ínfimo rayo de sol, que se las ingenio para colarse por la persiana, no tuvo mejor idea que golpear directamente en mis ojos heridos, heridos no solo por la excesiva noche anterior, sino también, heridos por lo que vieron -y vivieron- en aquella mesa.
Mis piernas parecían tomar el control absoluto de la situación, pero el improvisado colchón de mosaicos que acompañaba a mi cara, me demostró lo contrario… el espejo, una vez mas me devolvió la imagen patética de todos los días. Sin esforzarme demasiado, me lave la cara, me vestí y salí a la calle a enfrentar a mi destino…Caminé durante horas sin rumbo fijo, buscando soluciones en el aire, tratando de comprender lo sucedido en aquel bar, en aquella mesa, dónde mi vida cambiaria para siempre.


Habíamos quedado en vernos como casi todas las noches, en aquel bar, en aquella mesa, que prácticamente había visto nacer nuestra relación; esa mesa en la que habíamos jurado estar juntos por el resto de nuestras vidas- cosa que yo cumplí-.
Pasé a buscarla por su casa y cuando llegué, ahí estaba: tan radiante y tan lúgubre que me generó un estupor que jamás había experimentado; con esa tranquilidad fingida que me hizo sentir un temor dulce; con esa mirada, mezcla de ternura y perturbación que me hizo temblar las piernas… Me acerqué a besarla y el helado mármol de sus labios logró que un escalofrío recorra mi espalda y sus manos blancas y frágiles evitaron todo tipo de contacto camino a aquel bar, a aquella mesa…
Una vez en el lugar convenido, entre nosotros todo era silencio, un silencio que –les juro- me aturdía… Mientras el grandioso Cobain se desgarraba la garganta con sus geniales alaridos, me dijo:
-Esto se termina acá. Ya no te amo, bah en realidad nunca te amé.
Sus palabras me golpearon en el pecho al ritmo de la música de fondo. Inútiles fueron mis intentos por retenerla y exigirle una explicación y como sacudida por un shock eléctrico, se levantó, giro sobre si misma y se fue…
Me pasé el resto de la noche deambulando y consumiendo absolutamente todo lo que cayera en mis manos y absolutamente todo aquello que pudiera alejarme, aunque sea por un instante de todo lo sucedido.
Mientras seguía buscando soluciones en el aire y recordando la excesiva noche anterior, el sol acompañaba mi desolación y todo a mí alrededor parecía derrumbarse, cuando como por arte de magia, la solución que tanto había buscado apareció casi como una revelación divina…
Corrí hasta mi casa, tome el teléfono y la llamé. Le pedí unos minutos de su tiempo para que hablemos e increíblemente aceptó. Sin darle demasiada importancia a nada, me cambié la ropa, me afeité y salí a su encuentro…
Hacia mas de 10 minutos que ella me estaba esperando en el lugar de siempre… Respiré hondo, me cercioré de que el arma que había heredado de mi abuelo esté en su lugar y entré a aquel bar… Turbado por la vorágine del camino hasta el lugar de encuentro y por la adrenalina que me generaba ese ultimo y definitivo cara a cara, me senté, pedí lo de siempre y le pregunté:
-Así que no me amaste nunca- con un tono de voz que parecía gritado.
Ella respondió muy cortante y con un gesto de odio congelado en su cara.
-No jamás te amé. Además de haber seguido con vos no tendría futuro alguno-
Con mis ojos nublados por las primeras lagrimas que amagaban a salir, de un manotazo tiré al piso todo lo que había arriba de la mesa, y me paré sobre ese rectángulo de madera desnudo por mi reacción, para observar todo desde lo alto…
-¡Que vas a hacer! Me preguntó con ese rostro de porcelana inolvidable.
-¿Sabes que se siente matar a una persona? – respondí desencajado.
Y antes de oír su respuesta, el frio metal que colgaba de mi sien respondió de forma contundente, en aquel bar, en aquella mesa…

domingo, 19 de diciembre de 2010

Caos

Con lo primero que me topé esa mañana fue con el primer beso… fue cuando recién me levantaba, me tropecé con el, ni bien toque tierra con mis pies. Camino al baño me encontré con lo que creí q era la primer pelea fuerte, pero como aquella vez la pase por alto y seguí mi camino, pero obvio, me siguió hasta el baño y me observó todo el tiempo, mientras me lavaba los dientes.
Al salir de mi casa presto a comenzar el día, a lo lejos vi una luz que despertó a mis pupilas. Al acercarse era, nada mas y nada menos, que nuestra primer noche juntos, que seguía irradiando aquel resplandor mágico que nos envolvió. Al volver a casa me volví a encontrar con aquella primera pelea, que para no perder su puta costumbre, seguía dando vueltas en el aire.
En el almuerzo, mientras cocinaba las milanesas, creo que con las papas fritas me comí un antiguo garrón de esos que te caen pesadísimos. Al encender el cigarrillo ritual de después de almorzar, el humo pareció dibujar sus gestos aquella noche de la ruptura. Y decidí dejar de fumar...
Ni hablar cuando me acosté a dormir la siesta… se convirtió en una verdadera feria de pueblo, buenos momentos por un lado, invitándome a visitarlos, los malos momentos que como todo lo oscuro y trágico es mas tentador, algunas canciones, que adornaron las largas vigilias cuando no importaba nada mas que nosotros, acompañando a aquellos gritos secos disfrazados de pregones baratos invitándome a recordar…
Ensordecido por tanta locura a mi alrededor, opté por levantarme y subirme el cierre que surca mi pecho. Por hoy es suficiente, demasiada libertad le di a mi corazón…

Rejunte de dudas

¿Cuántas dudas, cuántos porque quedarán flotando en la ionósfera esperando a ser respondidos, cuántos recuerdos maravillosos que por diferentes motivos estamos obligados a esconder vaya a saber en que recóndito rincón de lo que llamamos mente? ¿Cuantas veces resucitamos no al tercer día, sino al tercer mes y en casos extremos al tercer año o más? ¿Cuántas veces nos reinventamos a nosotros mismos, haciéndonos fuertes para que una sola palabra mande al demonio todo eso que construimos? ¿Cuántas veces cometemos ese maldito error de jurar amor eterno, cuando estamos seguros de que ni nosotros somos eternos? ¿Cuántas veces manipulamos realidades para tratar de por lo menos sobrevivir una semanita más en esto llamado vida? ¿Cuántos rencores pasados y presentes, nos complican la existencia, alejando nuestra atención de las cosas que realmente valen la pena? ¿Cuántas veces nos preguntamos: que hubiese pasado si… en lugar de preguntarnos y ahora qué sigue? ¿Cuántas veces el mundo nos aplastó y cuántas miles de veces ese mismo mundo nos sonrió? ¿Cuántas veces imploramos al cielo por esa consecuencia que nos es propia y ajena, tanto para los fieles como para los que no lo son? ¿Cuántas veces quisimos volver al pasado para cambiar cosas que inevitablemente son causa de nuestro presente? De nada sirve buscar culpables, reales o ficticios, para justificar esto q nos pasa… somos responsables de cada acto q cometemos, de cada falla en la que incurrimos, de cada buen momento q pasamos y hacemos pasar, de nuestras alegrías y nuestras tristezas, de nuestras victorias y fracasos, de nuestros miedos y nuestros no-miedos, en fin somos responsables y artífices de eso que llaman destino, dueños de nuestra propia esencia y realidad, al fin y al cabo, como dice una vieja canción: La muerte esta tan segura de vencer, q nos da toda una vida de ventaja. Carpe Diem